Este concurso era especial por varias razones. La primera era la categoría de finalista. Sabíamos que los demás equipos irían a por todas en esta fase. Si teníamos alguna posibilidad, debíamos adoptar una estrategia de comunicación diferente. Contratamos a un fotógrafo que vivía enfrente del monasterio. Esto nos permitió abordar muchos aspectos concretos del lugar desde su conocimiento. Huimos de la pomposidad y optamos por imágenes tranquilas y relajadas.
En este proyecto, hemos intentado crear una arquitectura tranquila, capaz de subordinarse a la esencia del lugar. El convento de Santa Clara es un lugar muy reconocible en el corazón de Pontevedra, y debe seguir siéndolo.
Drama es un estudio de visualización arquitectónica. Vivimos donde nacen los proyectos. Somos personas trabajando para personas. Hacemos que las ideas parezcan realizables. Siempre a tiempo.