Tanto este proyecto como el de Nieto Sobejano en Pontevedra eran retos muy complejos. Éramos conscientes de que probablemente no podríamos competir con otros infografistas en cuanto a recursos humanos, pero fuimos capaces de crear imágenes que respondían a los requisitos específicos del concurso.
La comunicación con el responsable del proyecto fue clave para mantenernos animados y encontrar la mejor manera de expresarnos.
El proyecto debe insertarse quirúrgicamente en el museo existente para reordenarlo y ampliarlo.