Este es uno de los concursos que marcan la trayectoria de un estudio. Fue la primera vez que nos enfrentamos conscientemente a MIR, a quien siempre hemos admirado. Nuestro sentimiento era de máxima responsabilidad y fue la primera vez que compramos un cintiq. Aún no sabíamos trabajar con proxis y en rhino era muy complicado en aquella época trabajar con escenas a gran escala. Lo pasamos mal, pero intentamos hacer imágenes que se integraran lo más respetuosamente posible en el entorno. Afortunadamente Nieto Sobejano ganó el concurso y eso nos dio moral para el futuro.
Tenemos que mostrar el respeto que sentimos por el lugar y demostrar nuestro compromiso con un proyecto tan sensible y con una finalidad tan apasionante.
